Flexibilidad en psicologia

Tilbakemelding

La flexibilidad es un rasgo de la personalidad que describe hasta qué punto una persona puede hacer frente a los cambios de circunstancias y pensar en los problemas y las tareas de forma novedosa y creativa[1]. Este rasgo se utiliza cuando se producen factores de estrés o acontecimientos inesperados que exigen que una persona cambie su postura, su perspectiva o su compromiso. La personalidad flexible no debe confundirse con la flexibilidad cognitiva, que es la capacidad de cambiar entre dos conceptos, así como de pensar simultáneamente en múltiples conceptos. Los investigadores de la flexibilidad cognitiva la describen como la capacidad de cambiar el pensamiento y la atención entre tareas[2] La flexibilidad, o la flexibilidad psicológica, como se denomina a veces, es la capacidad de adaptarse a las demandas situacionales, equilibrar las exigencias de la vida y comprometerse con los comportamientos.

El Cuestionario de Aceptación y Acción (AAQ) se desarrolló para medir la evitación experiencial. Esta prueba descubrió que los niveles más altos de evitación estaban relacionados con niveles más altos de psicopatología general, depresión, ansiedad, miedos y una menor calidad de vida. También medía el afrontamiento evitativo y la positividad autoengañosa.[3] Posteriormente se decidió que el AAQ medía realmente la flexibilidad psicológica, no la evitación experiencial.[4] Se utilizó hasta que se creó el AAQ-II.

Rasgo de flexibilidad

La flexibilidad psicológica se está convirtiendo rápidamente en uno de los indicadores clave de la salud psicológica y el bienestar. La mejora de la flexibilidad psicológica fomenta la salud mental y ayuda a la persona a emprender acciones hacia direcciones valoradas en la vida. Mejorar la flexibilidad psicológica es el objetivo de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), respaldada por más de 330 ensayos clínicos.

Estos seis procesos pueden dividirse en tres áreas principales: apertura, conciencia y compromiso. Veamos con más detalle el significado de estos procesos y cómo se pueden utilizar para mejorar la flexibilidad psicológica.

Este es el proceso ACT de aceptación frente a la evitación. Tiene su origen en nuestro anhelo de sentir y experimentar la vida. Cuando nos decimos a nosotros mismos que tenemos que evitar los sentimientos dolorosos, empezamos a evitar más y más situaciones que podrían conducir a un resultado doloroso.

En lugar de limitarse a evitar el dolor, uno puede empezar a evitar también las situaciones positivas, por miedo a que puedan resultar potencialmente en dolor. Por ejemplo, una persona puede evitar los sentimientos de amor e intimidad por una evitación más profunda del dolor potencial si la relación no funciona.

Test de flexibilidad psicológica

Los individuos difieren sustancialmente en cómo reaccionan longitudinalmente al (des)cierre en términos de sintomatología de depresión y ansiedad, con una proporción significativa de individuos que muestran una trayectoria resiliente.

Sci Rep 12, 10674 (2022). https://doi.org/10.1038/s41598-022-14572-5Download citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard

ComentariosAl enviar un comentario aceptas cumplir con nuestros Términos y Directrices de la Comunidad. Si encuentras algo abusivo o que no cumple con nuestros términos o directrices, por favor márcalo como inapropiado.

Flexibilidad en psicologia del momento

Esta visión holística nos permite navegar por situaciones difíciles con más claridad y propósito y ha demostrado mejorar nuestra calidad de vida (Eilenberg, Hoffmann, Jensen, & Frostholm, 2017; Forman et al., 2012; Hayes, Luoma, Bond, Masuda, & Lillis, 2006; Wicksell, Olsson, & Hayes, 2011).

Según el sitio web de Hayes, ACT es «una forma popular de psicoterapia basada en la evidencia que utiliza la atención plena, la aceptación y los métodos basados en valores.» Enseña a los individuos estrategias para mantenerse presentes y conscientes, eligiendo responder de manera que se alinee con sus valores y objetivos.

Desarrollar esta habilidad es más crucial que nunca en tiempos de cambio y desafío. Las investigaciones demuestran que la flexibilidad psicológica puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad, la depresión, los trastornos de estrés postraumático y otros problemas de salud mental (Masuda et al., 2011). Además, los estudios han demostrado que la flexibilidad psicológica puede fomentar la resiliencia y ayudar a las personas a gestionar el dolor crónico.

Esto significa que, si sentimos falta de confianza en el trabajo, miedo al fracaso, agobio, ansiedad o enfado, identificamos el sentimiento como el problema. Creemos que tenemos que deshacernos de él antes de disfrutar de nuestra vida.